Mis básicos de skincare y cosmética para el invierno
El invierno tiene un encanto especial: tardes de manta y matcha, paseos y esa sensación de estar en casa. Pero seamos sinceras: nuestra piel no siempre comparte ese entusiasmo. En cuanto bajan las temperaturas, aparece el temido del frío y la calefacción, y de repente la piel se siente seca, tirante, con rojeces… incluso el maquillaje deja de asentarse igual.
Si algo he aprendido a lo largo de los años (y tras probar mil rutinas), es que la piel en invierno necesita un plan de rescate especial. En este post te cuento mis básicos de skincare y cosmética para el invierno, con explicaciones claras sobre por qué tu piel cambia y qué productos realmente marcan la diferencia.

1. ¿Por qué la piel cambia tanto en invierno?
Antes de hablar de cosmética, es clave entender qué pasa en nuestra piel cuando llega el frío:
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Menor humedad ambiental: el aire frío y seco roba agua de la superficie de la piel.
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Calefacción constante: aunque nos calienta, reseca aún más el ambiente.
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Cambios bruscos de temperatura: pasar del frío de la calle al calor interior provoca vasodilatación y rojeces.
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Menos producción de sebo: las glándulas sebáceas trabajan más lento, lo que reduce la película protectora natural.
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Exposición solar “invisible”: aunque los días sean grises, la radiación UV sigue presente y afecta a la piel.
Resultado: la piel se vuelve más seca, sensible, con descamación y más propensa a irritarse.
2. Adaptar la rutina: la clave para sobrevivir al invierno
Lo mismo que cambias el armario cuando llega el frío, tu rutina de skincare también necesita una adaptación estacional.
En verano buscamos texturas ligeras, geles frescos y productos que controlen el exceso de grasa. En invierno, la prioridad es hidratar, nutrir y proteger.
Piensa en capas: igual que llevas jersey + abrigo + bufanda, tu piel también necesita capas de cuidado para estar cómoda y protegida.

3. Mis básicos de skincare en invierno
3.1. Limpiador suave y respetuoso
En invierno, menos es más cuando hablamos de limpieza. Un limpiador demasiado agresivo puede arrastrar los pocos lípidos que tu piel produce en esta época.
Apuesta por un limpiador en crema, leche o aceite, que limpie pero deje la piel calmada y flexible.
Mis favoritos:
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Leches limpiadoras con ingredientes calmantes como avena o manzanilla.
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Aceites que emulsionan y no dejan sensación grasa.
3.2. Tónicos e hidratantes acuosos
No los subestimes: un buen tónico hidratante puede marcar la diferencia. En invierno me encanta usar esencias o tónicos con ácido hialurónico y glicerina, que actúan como imanes de agua.
3.3. Sérum nutritivo y antioxidante
El invierno no solo trae sequedad, también estrés oxidativo. Mis básicos en esta etapa:
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Sérum con vitamina C: protege frente a radicales libres y mantiene la piel luminosa.
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Sérum con niacinamida: calma, refuerza la barrera cutánea y reduce rojeces.
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Sérum de ácido hialurónico: perfecto para retener la hidratación.
3.4. Crema hidratante más rica
Este es el cambio estrella de mi rutina invernal. Paso de texturas ligeras a fórmulas más densas y reconfortantes.
Busca cremas con ingredientes como:
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Ceramidas: reparan la barrera cutánea.
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Manteca de karité: nutritiva, ideal para piel seca.
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Escualano: aceite ligero que imita los lípidos de la piel.
Tip personal: si tienes piel mixta, no temas usar cremas más ricas en invierno. La clave está en elegir bien la fórmula y adaptarla a tus zonas más secas.
3.5. Protector solar (sí, incluso en invierno)
Uno de los errores más comunes: abandonar el protector solar en invierno.
La radiación UVA (responsable del envejecimiento prematuro) atraviesa las nubes y los cristales. Y si practicas deportes de invierno, la nieve refleja hasta un 80% de la radiación.
Mi consejo:
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Usa un protector solar de amplio espectro SPF 30 o más todos los días.
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Prefiere texturas confortables, no las fórmulas ultra mate de verano.
3.6. Bálsamo labial nutritivo
Los labios no tienen glándulas sebáceas, por lo que son los primeros en resentirse con el frío.
Un buen bálsamo labial no es opcional, es salvavidas.
Mis favoritos:
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Con manteca de cacao o karité.
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Con lanolina (muy reparadora).
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Sin fragancias fuertes que puedan irritar.
3.7. Crema de manos
Las manos sufren mucho en invierno: frío, lavados frecuentes, alcohol gel…
Lo que mejor me funciona:
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Cremas con glicerina y urea (hidratan mucho).
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Texturas que se absorban rápido para poder seguir usando el móvil.
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Reaplicar varias veces al día.
3.8. Crema corporal nutritiva
En invierno, el cuerpo también pide más mimo. Las duchas calientes resecan, y la piel de piernas y brazos tiende a descamarse.
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Cremas corporales con aceites naturales (almendra, jojoba, coco).
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Mantecas con karité o cacao para pieles muy secas.
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Leches corporales con urea para suavizar y mejorar la textura.
Tip: aplícala justo después de la ducha, con la piel aún húmeda.
3.9. Exfoliante suave
Aunque parezca contradictorio, la exfoliación es aún más importante en invierno:
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Elimina células muertas.
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Mejora la absorción de cremas.
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Da luminosidad inmediata.
Pero ojo: la piel está más sensible, así que elige exfoliantes suaves (químicos con AHA en bajas concentraciones o mecánicos con partículas finas).
3.10. Extra: mascarillas faciales
Son mi ritual favorito de domingo invernal.
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Mascarillas hidratantes de tela o en crema con ácido hialurónico.
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Mascarillas calmantes con aloe vera o centella asiática.

Factores de estilo de vida que potencian tu skincare de invierno
No todo es cosmética. Hay hábitos que hacen que tu piel aguante mejor el invierno:
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Hidratación interna: bebe suficiente agua e infusiones.
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Humidificador en casa: un aliado para contrarrestar la calefacción.
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Alimentación rica en omega 3 y antioxidantes: aguacate, frutos secos, pescado azul.
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Dormir bien: la piel se regenera de noche, y en invierno suele estar más “estresada”.
Mi rutina personal de invierno (paso a paso)
Para que veas cómo integro todo esto, te dejo mi rutina actual:
Mañana
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Contorno de ojos.
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Sérum (antiox/antiedad)
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Crema hidratante
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Protector solar SPF 50.
Noche
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Doble limpieza (aceite + leche).
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Contorno de ojos
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Sérum con ácido hialurónico.
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Crema nutritiva.
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Crema de manos antes de dormir.
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Mascarilla hidratante 2 veces por semana.
Corporal
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Crema corporal después de la ducha (todos los días)
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Exfoliante corporal suave una vez a la semana.
El invierno no tiene que ser sinónimo de piel seca y apagada. Con una rutina adaptada y productos clave como bálsamo labial, protector solar, crema de manos, crema corporal, exfoliante y mascarillas, tu piel puede estar suave, luminosa y protegida durante toda la temporada.
Recuerda: cada piel es única, así que escucha la tuya y ajusta lo que necesite. Y, sobre todo, disfruta del ritual: el skincare en invierno no es solo cuidado, es también un momento de mimo personal que nos reconecta con nosotras mismas.
Si tienes dudas sobre tu rutina o necesitas adaptarla, recuerda que puedes ponerte en contacto conmigo a través de redes sociales o escribiendo a mi correo hola@remenavarro.es






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