Cuperosis: ¿Cómo tratarla y prevenirla?
La cuperosis se caracteriza por la aparición de rojeces en el rostro causando irritación y capilares dilatados en forma de filamentos. Normalmente aparece en la nariz y pómulos.
¿Qué es la cuperosis?
La cuperosis son venas rojas marcadas en la piel. Las venas de la piel se extienden y se contraen para regular el calor o el frío, pero cuando no tiene suficiente elasticidad, quedan heladas y es cuando son visibles.
Pueden aparecer en cualquier piel pero es más común a partir de los 30 años en pieles claras y finas. Hay personas que las tienen sin tener rosácea, pero cuando se ven y están rojas, inflamadas, entonces puede ser rosácea.
La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que se manifiesta en la zona central de la cara, sobre todo en las mejillas y la nariz, con síntomas que luego pueden convertirse en nódulos y espinillas pero que no es acné.
Los síntomas son:
- Enrojecimiento de la piel
- Hinchazón
- Algunas personas pueden tener la nariz inflamada
- Ardor
Cuando la persona solo tiene venas, sin inflamación ni rojez, entonces es cuperosis.
Para su prevención, se aconseja eliminar los factores que pueden desencadenarla como: el café, comidas picantes, té, bebidas calientes, baños muy calientes, cambios de temperatura bruscos, productos irritantes. Todo eso puede hacer que aparezca.
¿Qué no hacer?
En primer lugar, nada de usar productos que irriten la piel y estimulen la circulación sanguínea. Esto incluye exfoliantes, limpieza facial con cepillos, dermoabrasión. Sin embargo, son efectivos los productos de cuidado especial de la farmacia o limpiadores suaves de alta calidad que no contengan retinol, sino ingredientes calmantes como el té verde, extractos de pepino, helecho y ácido hialurónico.
En personas con cuperosis es fundamental evitar exponerse al sol sin protección. También debe evitarse el tabaco y el alcohol, y llevar una alimentación rica en antioxidantes y vitaminas.
¿Cómo tratar la cuperosis?
Si ya tienes un diagnóstico claro de que lo tuyo es cuperosis, tienes venas pero no están rojas ni inflamadas puedes tratarlas. Algunos tratamientos con láser ayudan a corregir la cuperosis.
Es importante seguir unos cuidados cosméticos específicos con productos que ayuden a reducir el enrojecimiento de la piel, además de hidratarla y eliminar la tirantez. Una rutina sería:
- Limpieza facial: que se realiza tanto por la mañana como por la noche. No obstante, al estar la piel muy sensible y enrojecida, no es conveniente utilizar detergentes (jabones), así que estos deberán ser suaves, sin componentes irritantes. Las aguas micelares son una buena opción: retiran el maquillaje y limpian el rostro. Además, es importante evitar productos exfoliantes, sobre todo si son químicos y mecánicos, ya que la piel puede irritarse e incluso sufrir lesiones.
- Hidratación: una vez limpia la piel hay que hidratarla, ya que la piel con cuperosis es más fina y tiene más tendencia a la sequedad. Además de reponer agua y lípidos hay que tratar la piel con cremas que estimulen la circulación, que eviten la dilatación de capilares, que alivien la sensación de calor.
- Maquillaje: El uso de maquillaje en este tipo de pieles requiere una BB cream específica para que además de camuflar, corrija esas rojeces.
- Protección solar: imprescindible 100%. Las radiaciones solares pueden producir cuperosis pero también resecar la piel y que la piel envejezca antes de tiempo, lo que se traduce en arrugas, manchas, étc.
Diferencias entre la eritrosis y cuperosis
La eritrosis es cuando la piel se enrojece de pronto, sobre todo la frente, nariz y las mejillas. Una eritrosis puede convertirse en una cuperosis. Ambas pueden representar estadíos tempranos de una rosácea que aún no está completamente desarrollada.
En las pieles más finas, blancas y sensibles, la dilatación de los capilares, hace que se vea mucho o más tanto la aparición de la venas dilatadas como la rojez y por eso es más frecuente tanto eritrosis como cuperosis en este tipo de pieles.
La eritrosis se trata igual que la cuperosis, es decir, con protección solar, no tomando bebidas muy calientes, teniendo cuidado con los cambios bruscos de temperatura, gestionando el estrés.
Respecto a la rutina diaria, es importante usar un producto de limpieza muy suave, calmantes sin que irriten la piel, hidratación para las rojeces, calmar las pieles y protegerla del sol o de otros factores ambientales como el frío.
Otros tratamientos
- Tratamiento láser: es otra de las opciones para la cuperosis y los vasos dilatados en el rostro. El láser coagula los capilares dilatados y, aunque generalmente los pacientes lo toleran bien, puede provocar pequeñas inflamaciones que desaparecen a los pocos días de la sesión. Entre los láseres más utilizados para tratarla encontramos el láser de colorante pulsado.
- Láseres de luz verde, que penetran en menor medida en la piel
- Los láseres de neodimio YAG para coagular los vasos más profundos. Será siempre el dermatólogo quien lo realice y quién os aconseje uno u otro.
La duración del tratamiento depende de cada caso pero oscila entre 10 y 15 minutos. El número de sesiones depende del tipo y la extensión de la cuperosis y de la piel de cada persona pero normalmente se necesitan de 3 a 4 sesiones.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!