El azúcar en la sangre, también conocida como glucosa en la sangre, es un número importante cuando hablamos de diabetes. En España, más de 5 millones de personas sufren esta enfermedad. Además, un 30% de las personas que viven con diabetes en España no están diagnosticadas.

Si esta patología no se identifica o trata adecuadamente, puede llevar a grandes consecuencias.

¿Cómo actúa el azúcar?

Muchos alimentos se convierten en glucosa (azúcar) en sangre, que se utiliza como energía para nuestro cerebro, corazón y músculos.  

La glucosa en la sangre proviene de los alimentos que comemos o es producida por el hígado, y se encuentra en el torrente sanguíneo (cuando se transporta a todos nuestros órganos y células) y dentro de las células (donde se transforma en energía). 

Cuando se produce una subida rápida de azúcar lo llamamos hiperglucemia. Ocurre cuando el cuerpo tiene muy poca insulina o cuando el cuerpo no puede usar la insulina correctamente. 

En cambio cuando hay una bajada de azúcar en sangre rápida, se llama hipoglucemia. 

Junto con la grasa, la glucosa es una de las fuentes de combustible preferidas del cuerpo en forma de carbohidratos.

Nuestro cuerpo procesa la glucosa varias veces al día. Cuando comemos, hace su función para procesar la glucosa. Las enzimas empiezan el proceso de descomposición con la ayuda del páncreas. 

El páncreas, que produce hormonas como la insulina, es una parte de cómo nuestro cuerpo trata la glucosa. Cuando comemos, el cuerpo le avisa al páncreas que necesita liberar insulina para tratar el incremento del nivel de azúcar en la sangre.

Algunas personas no pueden confiar en su páncreas para ese trabajo, por lo que necesitan ayuda externa (inyecciones de insulina) para procesar y regular la glucosa en el cuerpo. 

Otra causa de diabetes es la resistencia a la insulina, en donde el hígado no reconoce la insulina que está en el cuerpo y continúa produciendo cantidades inadecuadas de glucosa. 

Si el cuerpo no produce suficiente insulina, puede suceder que se liberen ácidos grasos libre de las reservas de grasa, y dar lugar a la cetoacidosis.

 Los niveles de azúcar antes de comer, tienen que ser entre 90–130 miligramos por decilitro (mg/dL). Después de una o dos horas, debería ser menor que 180 mg/dL.

Alimentos que podemos consumir para que no suba el azúcar

La Universidad de Harvard ha señalado que para controlar el nivel de azúcar en sangre, hay que llevar una dieta completa, variada y equilibrada. Y ha señalado unos alimentos para controlar esos picos, como son: 

Avena

La avena es un cereal saludable ya que contiene importantes nutrientes, vitaminas y minerales. Además es uno de los cereales más consumidos. 

El consumo habitual de avena ayuda a reducir los niveles de colesterol y azúcar en sangre. Contiene fitoquímicos, que nos protege contra el cáncer así como Vitamina E o B5, también minerales como hierro, selenio, manganeso y cobre… es muy completa.

Además, su contenido en fibra soluble beneficia a las personas con diabetes, ya que favorece la digestión del almidón estabilizando los niveles de azúcar, sobre todo después de comer.

Manzana

Destacan por su bajo índice glucémico. Todas las frutas, excepto la sandía y el melón, son alimentos con un IG bajo. La manzana tiene polifenoles, que son antioxidantes y protegen a unas células del páncreas, las que se encargan de la producción de la insulina.

Además contienen fibra, que ayuda a que el azúcar de los alimentos no se absorba tan rápido, así que controla la glucemia.

Acelgas

También son otro tipo de verdura que son ricas en fibra, por lo que pueden ralentizar la absorción intestinal de la glucosa. Y por si fuera poco, favorecer el tránsito para combatir el estreñimiento.

Aguacate

Contienen grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales, y al incluirse en las comidas, mejoran los niveles de azúcar en la sangre.

Estudios han demostrado que los aguacates pueden ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre y proteger contra el síndrome metabólico, que es el causante de una tensión alta y un azúcar en sangre alto.

Nueces

En 25 gramos, las nueces llegan a proporcionar más del 90% de las necesidades diarias de omega 3 que necesitamos. Las nueces son importantes para nuestro corazón, además pueden regular los niveles de colesterol y triglicéridos así como reducir la posibilidad de tener diabetes. 

Cerezas

Las cerezas tienen un índice glucémico muy bajo. Esto, además de que contiene fibra, ayuda al control de la glucemia. Las cerezas son buenísimas porque también ayudan a mejorar la concentración y la memoria, son antioxidantes para proteger al sistema inmune, y además son ideales para cuando hemos comido mucho porque alivia esa hinchazón de estómago.