Protector solar mineral: beneficios, contras y consejos de uso
Con los protectores solares minerales podrás disfrutar del sol sin exponerte a riesgos innecesarios. Estos protectores son tan buenos como para tu salud como para el medio ambiente. ¿En qué se diferencian de los químicos? ¿Cuáles son mejores?
En este post te cuento todo sobre los protectores solares minerales tanto para adultos como para niños y bebés.
Qué son los protectores solares minerales
Los filtros físicos, también llamados filtros solares minerales, son aquellos que actúan como bloqueadores físicos y que están formados por minerales como óxido de titanio y de zinc. Sirven como escudo protector de las radiaciones solares.
BENEFICIOS
- Son muy eficaces. Los rayos solares rebotan y no atraviesan la piel.
- Como sus compuestos son naturales, tienen una baja probabilidad de que aparezcan alergias o sensibilidad en la piel.
- Pueden usarlo tanto bebés como niños o adultos.
- Resistente al agua, sudor, etc
- No dañan la flora ni la fauna marina.
INCONVENIENTES
La textura es más densa que cualquier otra, por lo que deja la piel más blanca y a la hora de aplicarlo, puede resultar más complicado.
TIPS PARA PROTEGERSE DEL SOL DE FORMA SEGURA
Tomar el sol tiene beneficios para la salud cOmo tomar la vitamina D, pero hay que saber que existen riesgos y que tenemos que exponernos de forma segura. Recomiendo escoger un factor de protección con un SPF 30 o más y seguir estas recomendaciones:
- NO ponerse a tomar el sol en las horas centrales (de 12:00h a 16:00h)
- Llevar gorro o sombrero para protegernos la cara y evitar el envejecimiento prematuro
- Reaplicar la protección cada 2 horas o tras haberse dado un baño o secado con la toalla.
NIÑOS Y SOL
En cuanto a los niños, es importantísimo proteger la piel de los niños de los rayos solares durante todo el año, sobre todo en verano, cuando pasan muchas horas expuestos al sol. Entre un 50 y 80% del daño producido por el sol ocurre durante la infancia y la adolescencia. Los pediatras y dermatólogos recomiendan:
- Bebés menores de 6 meses: evitar exponerlos al sol y evitar el uso de cremas o protección solar. Es preferible no llevarlos a la playa.
- Bebés y niños de 6 meses a 3 años: no exponerlos al sol. Usar tanto protección solar como ropa, gorro y gafas de protección solar. Aplicar un SPF 50 y en repetidas ocasiones. Opta por protectores solares que sean resistentes al agua y que no lleven filtros químicos.
- Niños mayores de 3 años: siempre usar un protector solar. Aplicarlo media hora antes de ir a la playa o piscina y volver a aplicarlo cada 2 horas o tras nadar, sudar o secarse con una toalla. Intenta que estén debajo de la sombrilla el mayor tiempo posible.
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